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San Fernando del Valle de Catamarca
18 mayo, 2025

Batallas por los fragmentos

A diferencia de las cinco elecciones provinciales que se realizaron hasta ahora, la que se celebra hoy en la Ciudad de Buenos Aires tendrá una proyección nacional nítida: Javier Milei dirime con Mauricio Macri un determinante primer round por la jefatura de la derecha argentina.

Un triunfo del vocero Manuel Adorni sobre la macrista Silvia Lospenatto facilitará maniobras para que el líder libertario intente reunir los fragmentos de los que fue Juntos por el Cambio y articule una propuesta de alcance federal para octubre bajo el signo de La Libertad Avanza. A la inversa, si Lospenatto consigue derrotar a Adorni, Macri obtendrá sobrevida para tratar de enmendar el error que cometió al dinamitar la alianza que lo había llevado al poder cuando acordó el respaldo personal a Milei después de la primera vuelta de 2023.

Conviene apartarse de las rudimentarias y agresivas consignas que enarbolan los fanáticos libertarios. Se trata de revertir la balcanización que sucedió al colapso del formato kirchnerismo/antikirchnerismo que ordenó el litigio político desde 2003 hasta la irrupción de Milei.

Muchas cosas pueden cambiar, incluso traumáticamente, pero la acumulación de poder es una necesidad inalterable para el funcionamiento de cualquier diseño político. Las variaciones son de grado, no de fondo.

La victoria de Macri en 2015 se debió a la organización de “Cambiemos” para tramitar el voto antikirchnerista. Sergio Massa quedó afuera de aquel armado y sacó alrededor de un 20% en la primera vuelta como candidato a Presidente del Frente Renovador. Ese caudal se volcó a “Cambiemos” en el balotaje, con el respaldo explícito y orgánico de Massa a Macri. Después “pasaron cosas” y el embrión abortó.

En 2019, Cristina Kirchner promovió a Alberto Fernández como candidato a la Presidencia, con ella como vice y Massa reciclado en Unión por la Patria. La absolución de Fernández y Massa permitió ordenar el voto antimacrista y ganar en primera vuelta. El éxito electoral terminó en estrepitoso fracaso de gestión.

Cuatro años después, Milei ganó el balotaje con los votos de “Juntos por el Cambio” que se habían canalizado a través de Patricia Bullrich: el voto antikirchnerista unificado en segunda vuelta otra vez.

Como Macri, Milei ganó la Presidencia en balotaje, pero la composición del Congreso quedó establecida en la primera. La diferencia es que La Libertad Avanza no contaba con las terminales en las provincias que el radicalismo le proporcionaba a “Cambiemos” y por lo tanto no colocó un número significativo de legisladores nacionales.

“Cambiemos” también tenía una representación minoritaria en el Congreso, pero mucho más voluminosa que la que tiene la facción libertaria. La magnitud del triunfo de Milei no se tradujo en términos parlamentarios.

Esta es la deficiencia que los libertarios pretenden corregir en octubre. La secuencia sería acostar a Macri y sellar la alianza menos con el PRO que con los despojos de Cambiemos/Juntos por el Cambio.

Indicios provinciales

El modelo ideal emergió en las elecciones provinciales del Chaco, donde La Libertad Avanza concurrió aliada al gobernador radical Leandro Zdero contra el exgobernador kirchnerista Jorge Capitanich.

Zdero ganó en 2023 con el sello de “Juntos por el Cambio”. Lo mismo que Rogelio Frigerio en Entre Ríos, Maximiliano Pullaro en Santa Fe, Alfredo Cornejo en Mendoza, Claudio Poggi en San Juan, Ignacio Torres en Chubut… Son diez gobernadores en total, que con la derrota de Bullrich quedaron sin referencia nacional.

El valor de una victoria sobre Macri radica en el potencial para cerrar acuerdos para las listas de diputados y senadores nacionales con esa decena de mandatarios y armar bancadas consistentes en la Cámara baja y el Senado para el segundo tramo de la gestión. El manejo discrecional de las cajas es el mejor instrumento de la Casa Rosada para alcanzar este objetivo. Lo dicho: hay cosas que no cambian, por muy distintos que puedan parecer los actores.

De los resultados locales surge también que La Libertad Avanza está muy verde todavía para soñar con conseguir triunfos sola y en contra de los jefes territoriales. Quedó tercera en Santa Fe, perdió Salta y Jujuy, en San Luis atinó en la prescindencia para no comerse otra derrota.

Las urnas marcan la conveniencia de pactar.

Dispersión peronista

La división entre libertarios y macristas podría alumbrar en una victoria de Leandro Santoro, pero difícilmente esta eventualidad vaya a tener en el peronismo los efectos aglutinantes que ofrece la definición en el cuadrante derecho del espectro político. El ultrakirchnerismo de La Cámpora no metió el cuerpo en la contienda, pero consintió la postulación del ex Jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina.

Las elecciones distritales expusieron con total crudeza el deterioro del liderazgo de Cristina Kirchner. En Salta y Jujuy, donde los Partidos Justicialistas están intervenidos por decisión de la expresidenta, el desempeño fue catastrófico.

Que ganaran los gobernadores era previsible, pero el dato fue que los libertarios se ubicaron segundos en ambas provincias y ganaron las respectivas capitales. Consiguieron así generar expectativa para morder bancas nacionales de cara a octubre, mientras que el kirchnerismo queda cada vez más circunscripto a las que pueda obtener en la Provincia de Buenos Aires, donde La Cámpora de Máximo Kirchner libra una erosiva interna con el gobernador Axel Kicillof.

Buenos Aires vota desdoblado en septiembre, sin PASO. No es descabellada una conjetura: cualquiera sea el resultado de las elecciones de hoy en CABA, establecerán una referencia para un acuerdo electoral bonaerense entre La Libertad Avanza, el PRO y las facciones sueltas de Juntos por el Cambio que se proyectará a octubre. Cada vez más desconectado del interior, el kirchnerismo sufrirá una fuerte reducción de sus filas en el Congreso.

Milei interpreta correctamente la escena. Macri y Cristina Kirchner, las estrellas polares de la vieja grieta, funcionan como obstáculos para la unificación de electorados.

Sin embargo, la derecha ya tiene un reemplazo para Macri: Milei. El progresismo y el peronismo, en cambio, no tienen recambios para Cristina Kirchner. Ningún gobernador logra trascender sus límites provinciales. CFK opera para que esta situación se mantenga en el tiempo y le viene al pelo que Milei la haga objeto de sus agresiones. Por algo el libertario hace lo que hace: nada más funcional para él que mantener al kirchnerismo como estorbo para una renovación que pueda unificar a sus antagonistas.

Huérfanos de estructura nacional, los caciques del peronismo resisten para que el fenómeno libertario no se les meta en sus distritos mientras las tropas de Milei avanzan en la decapitación de Mauricio Macri y la restauración del dinamitado Juntos por el Cambio.

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