La Semana Santa es una época del año en la que suele incrementarse el consumo de pescado, por eso la Municipalidad de la Capital, a través de la Dirección de Inspección General-Administración de Bromatología, dispuso de su equipo de profesionales para controlar los locales capitalinos.
En las inspecciones se controla la temperatura de la mercadería y cámaras de frío, fecha de vencimiento exhibida en los empaquetados y control de rótulos. Además se revisa en qué condiciones se encuentran almacenados, las condiciones higiénico sanitarias del local y del personal responsable de manipular este alimento, como así también se hacen determinaciones de aptitud de los productos.
Recomendaciones:
– El pescado en buen estado no huele a pescado, sino a mar y algas. Por eso es importante al ingresar al local percibir el olor del mismo.
– Comprar en comercios habilitados que presenten buena higiene general.
– Una vez adquiridos, deben transportarse rápidamente al domicilio y refrigerarlos de manera inmediata para evitar el corte de la cadena de frío.
– NO descongelar y volver a congelar los pescados y mariscos.
– NO descongelarlos a temperatura ambiente, descongelarlos en la heladera.
– Una vez preparados consumirlos lo antes posible.
– Cocinarlos completamente, poniendo más atención en embarazadas, niños, ancianos e inmunodeprimidos.